lunes, 9 de mayo de 2011

Normalmente sería la primera en apostar, me arriesgaría, me jugaría casi todo lo que tengo; vivir al límite, riesgo, diversión, locura... sí, todo eso está muy bien, pero como todo, se acaba.
Y el final es lo más duro, es lo que resulta peligroso, ¿consecuencias? Demasiadas. Tal vez sea eso lo que me impide, esta vez... arriesgar.

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